Finaliza un tiempo precioso en que los padres pudieron
disfrutar más a sus hijos y viceversa. En este tiempo de ocio, de cambio tal
vez de rutinas, se pudo realizar otras actividades, las favoritas.

- ¿Por qué son importantes las vacaciones?
- Haber aprovechado el tiempo libre y haberlo vivido con
intensidad sirvió para combatir obsesiones y preocupaciones, para detener un
poco la depresión y esos otros causantes perjudiciales que atentan contra nuestro
equilibrio emocional. Pero para disfrutar realmente del ocio necesitamos, sobre
todo, de una cierta actitud interior. Es la toma de conciencia de quién soy yo,
de qué soy capaz de hacer cuando estoy libre de las presiones y obligaciones
que provienen del exterior y acompañarles a nuestros hijos a que hagan lo
mismo.
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¿Qué hacemos ahora que finalizan estos días de ocio?
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Sufrimos la sensación de que las horas volaron y de que no hemos podido hacer
una cuarta parte de cuanto teníamos previsto. Aprovechemos los últimos días
libres, sintámonos contentos con las pequeñas cosas del día a día, cuando
nuestra actitud es abierta y flexible, cuando mantenemos un espíritu
constructivo, vivaz y alegre.
Las vacaciones son una oportunidad para practicar todo esto y desarrollarlas en
los hijos. El egoísmo entendido como el desarrollo de lo más auténtico y
original que hay dentro de cada uno de nosotros es positivo para todos. El
verano es una época propicia para reivindicar este derecho casi nunca expresado
y menos aún ejercido, de vivir la plenitud personal. Para ello, habrá momentos
de convivencia con los miembros del núcleo familiar más íntimo, con los amigos
menos frecuentados, con otras culturas (en los viajes), pero también es esta la
oportunidad del reencuentro con ese yo íntimo tan descuidado.
- ¿Cómo nos programamos para el inicio de clases?
- Empezar el tiempo de clases para los hijos es mucho más sencillo que para los
adultos, ya que ese es un tiempo en el que ellos saben que el ingreso al
colegio es una buena posibilidad de crecer y desarrollarse felizmente, es una
experiencia única.
El encuentro con los compañeros y compañeras, los nuevos
profesores, las anécdotas de las vacaciones, las expectativas a medida que se
avanza en la pirámide escolar para ingresar o no a la universidad son todos
hechos que marcan el regreso a clases.
Cada uno de nuestros niños y jóvenes saben que algo serio e importante se juega
en el colegio, en la escuela o en la universidad. Ellos distinguen que estar
estudiando es importante, que es motivo de preocupación real para sus padres y
para la familia en general. Para todos es una experiencia que implica mayores
exigencias personales y sociales en relación a la vida que se venía manteniendo
hasta ese momento. Hacer que nos acompañen en los preparativos para ello hará
que se involucren cada vez más y se sientan motivados para continuar.
FUENTE:ABC